miércoles, 4 de mayo de 2016

Desarrollar la RESILIENCIA en los niños

Desarrollar de la RESILIENCIA en los niños

Triunfar no significa llegar el primero o ser el mejor en lo que se hace, es lograr cambiar uno mismo cada vez que se enfrenta a la adversidad, para no terminar derrotado” 
                                               Oscar Chapital, psicólogo social y matemático.

La vida está llena de cosas buenas, de satisfacciones, de diversiones, de momentos únicos, de risas, de personas queridas, de buenas experiencias, pero ¿quien dijo que era fácil? A lo largo de ella se nos presentan también obligaciones, rutinas y momentos duros o muy duros, que además de no poderlos evitar, tenemos que aceptar como parte de nuestra biografía, son parte de nosotros. Nuestra personalidad se desarrolla a partir de la carga genética con la que nacemos y a través de las experiencias que vivimos y sobretodo de nuestra forma de abordarlas. Estamos en continua evolución, incluso los adultos podemos cambiar en cualquier momento, así que los niños y adolescentes están en un momento magnífico para aprender a afrontar los vaivenes de la vida de la mejor forma posible.
El término RESILIENCIA  según la RAE es la capacidad de un material, para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que ha estado sometido. Mientras mas resiliente es un material, tiene una mayor flexibilidad ; ante una presión se deforma, pero es capaz de volver a su estado inicial,como los elásticos de la foto…

Aplicado al ser humano LA RESILIENCIA es la capacidad para afrontar problemas y adversidades de la vida, superarlos e incluso salir fortalecidos de ellos. No significa que no nos afecten, no sería humano, sino que tengamos capacidad para sobreponernos. 

Según La Asociación Americana de Pediatría hay siete habilidades que potenciar para desarrollar la resiliencia, les llaman las 7 Cs. Vamos a desarrollarlas: 


  1. COMPETENCIA: los niños deben ser conscientes de que pueden manejar una situación de manera eficaz. Para ello se les  debe dejar tomar decisiones (adaptadas a su edad), evitar la sobre protección y cuando solucionen un problema por ellos mismos hacérselo ver, y recordárselo  cuando se sientan inseguros.
  2. CONFIANZA: los niños deben creer en sus propias habilidades. Para ello debemos resaltar lo mejor de ellos, las cosas bien hechas. Es importante evitar las falsas alabanzas, no todo está bien hecho, se alaba cuando  algo es real. Hay que tener mucho cuidado con obligar a los niños a hacer cosas para las que no están preparados, debemos ser realistas, teniendo en cuenta edad y características del niño.
  3. CONEXIÓN: debemos fomentar que los niños construyan estrechos lazos con familia y amigos, ello les da seguridad, evita el individualismo y el egoísmo. Para ello debemos crear ambientes de comunicación familiar y propiciar momentos para entablar amistades. Animémosles también a compartir sus emociones con su círculo íntimo, y a pedir ayuda si es necesario.
  4. CARÁCTER: durante su desarrollo, debemos fomentar en los niños  unos valores morales sólidos, enseñarles a diferenciar lo que está bien de lo que no. Deben aprender a reconocer el efecto que su comportamiento tiene en los demás y evitar prejuicios. Debemos fomentar valores como: la sinceridad, la integridad, la persistencia, la caridad y yo añado la ESPIRITUALIDAD. La mejor forma de hacerlo es con el diálogo y el ejemplo. 
  5. CONTRIBUCIÓN: deben entender la importancia de su aportación personal a la sociedad. Hagámoslos conscientes de la realidad de niños con circunstancias diferentes a las suyas, animémosles  a ayudar a terceras personas, facilitemos que participen en alguna obra de acción social adecuada a su edad.
  6. CONFRONTACIÓN: deben aprender a hacer frente al estrés. Muchas veces sus malas conductas son consecuencia del estrés que no saben encauzar. Por ello no debemos etiquetarlos como desobedientes, desordenados etc, sino hacerles ver que esa conducta es inadecuada, dándoles la oportunidad de cambiar, y explicarles las distintas opciones que se pueden elegir ante la misma situación. Es importante inculcar actitudes positivas ante la vida, incluido por supuesto  el humor.
  7. CONTROL: los niños que saben las consecuencias de sus conductas y decisiones, y que las viven,  son capaces de  tener un mayor control de si mismo. Por tanto, dejémosles equivocarse, de otra manera nunca verán las consecuencias.


No se trata de diseñar un plan de entrenamiento para nuestros niños, como si fueran a presentarse a las olimpiadas de las emociones. Es un proceso mucho más natural; es la actitud que adoptemos  en nuestro día a día con ellos. Cuando las cosas se ponen duras, la respuesta normal del ser humano es el sufrimiento, la tristeza, el miedo… no se puede ni debe evitar, son momentos que hay que pasar con todas sus implicaciones. Tan malo es hundirse en la miseria sin hacer nada para salir, como empeñarse en no sentir. Lo importante  es afrontarlo, ser capaz de reponerse y como hemos visto, aprender de lo pasado. Hoy hemos visto la Resiliencia, pero que importante son LOS PENSAMIENTOS… ¿creéis que influyen en nuestras emociones?

Os dejo con un video gracioso para reflexionar. ¡3 minutos!








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